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May 08

Cultivos transgénicos: Impactos socio-económicos y ambientales a nivel mundial (1996-2013)

portadapgeconomics

PG Economics Limited dio a conocer el informe anual sobre los impactos socio-económicos y ambientales de los cultivos GM en el mundo durante 1996-2013. Este demostró nuevamente que la biotecnología agrícola sigue proporcionando importantes beneficios medioambientales y permite a los agricultores cultivar más, utilizando menos recursos. La mayoría de estos beneficios se encuentran en países en desarrollo.

“En 2013, el año N°18 de la adopción generalizada de los cultivos que utilizan innovaciones en biotecnología, la tecnología ha seguido entregando una agricultura más productiva, mayores ingresos para los agricultores y un mejor ambiente para los ciudadanos. La mayoría de estos beneficios continúan dirigiéndose a los agricultores y las comunidades rurales de los países en desarrollo”, dijo Graham Brookes, director de PG Economics y co-autor del informe.

Informe completo (PDF 2.1 MB): GM crops: global socio-economic and environmental impacts 1996-2013

Comunicado de prensa (PDF): Another year of consistent and positive GM crop impacts


Los aspectos más destacados de esta completa revisión incluyen:

Seguridad alimentaria mundial y presión reducida sobre los escasos recursos de tierra

Entre 1996 y 2013, la biotecnología agrícola fue responsable de una producción global adicional de 138 millones de toneladas de soja y 274 millones de toneladas de maíz. La tecnología también ha contribuido con un extra de 21,7 millones de toneladas de fibra de algodón y 8 millones de toneladas de canola.

Los cultivos transgénicos están permitiendo a los agricultores cultivar más sin necesidad de utilizar tierras adicionales. Si la biotecnología agrícola no hubiese estado a disposición de los 18 millones de agricultores que usaron la tecnología en 2013, mantener los niveles globales de producción del año 2013 habría requerido plantaciones adicionales de 5,8 millones de hectáreas de soja, 8,3 millones de hectáreas de maíz, 3,5 millones de hectáreas de algodón y 0,5 millones de hectáreas de canola. Esta superficie total requerida es equivalente al 11% de la tierra cultivable en los Estados Unidos, o el 29% de la tierra cultivable en Brasil, o el 32% de la superficie de cereales en la Unión Europea.

Cultivos de mayor rendimiento

La tecnología de resistencia a insectos (IR) que se utiliza en el algodón y el maíz ha entregado consistentemente aumentos del rendimiento por reducción del daño de plagas. Las ganancias promedio de rendimiento durante el período 1996-2013 a través de todos los usuarios de esta tecnología ha sido +11,7% para el maíz resistente a insectos y +17% para el algodón resistente a insectos. El año 2013 también vio la primera soja IR cultivada comercialmente en América del Sur, donde los agricultores han visto un promedio de +10% de mejora del rendimiento.

La tecnología de tolerancia a herbicidas (HT) utilizada en soja y canola también ha contribuido al aumento de la producción en algunos países. Ha ayudado a los agricultores de Argentina a crecer un cultivo de soja después del trigo en la misma estación de crecimiento [2] a través de un mayor rendimiento y un mejor control de malezas.

Mejores rendimientos para los agricultores, especialmente en los países en desarrollo

La biotecnología agrícola ayuda a los agricultores a obtener ingresos razonables por su trabajo. El beneficio económico neto a nivel de finca en el año 2013 fue de $20.5 mil millones de dólares, equivalente a un incremento medio de los ingresos en $122 dólares por hectárea. Para el período de 18 años (1996-2013), el aumento de la renta agraria global ha sido de $133.5 mil millones de dólares.

La ganancia total de los ingresos agrícolas de $133.5 mil millones dólares se dividió en partes iguales entre los agricultores de países desarrollados y en desarrollo.

Los mayores aumentos de rendimiento fueron obtenidos por los agricultores en los países en desarrollo, muchos de los cuales son de escasos recursos y con granjas de pequeñas parcelas de tierra.

Buenos rendimientos de inversión para los agricultores

La biotecnología agrícola sigue siendo una buena inversión para los agricultores de todo el mundo. El costo que pagaron los agricultores para acceder a la biotecnología agrícola en 2013 ($6,8 mil millones [3][4] a pagar a la cadena de suministro de semillas) fue equivalente al 25% de las ganancias totales (un total de $27.3 mil millones incluyendo los $ 20,5 mil millones  de aumento de los ingresos). A nivel mundial, los agricultores recibieron un promedio de $4,04 dólares por cada dólar invertido en semillas de cultivos genéticamente modificados.

Los agricultores de los países en desarrollo recibieron $4,22 dólares por cada dólar invertido en semillas de cultivos transgénicos en 2013 (el costo es igual al 24% del total de las ganancias de la tecnología), mientras que los agricultores de los países desarrollados recibieron $3,88 dólares por cada dólar invertido en semillas de cultivos GM (costo equivalente al 26% del total de las ganancias de tecnología). La mayor proporción del total de las ganancias tecnológicas obtenidas por los agricultores en los países en desarrollo con respecto a los agricultores de los países desarrollados se debe principalmente a la provisión y aplicación de los derechos de propiedad intelectual más débil, junto a mayores niveles de beneficios en los países en desarrollo.

Mejoras ambientales

La biotecnología agrícola ha contribuido a reducir significativamente la liberación de emisiones de gases de efecto invernadero proveniente de las prácticas agrícolas. Esto es consecuencia de un menor uso de combustible y almacenamiento adicional de carbono en el suelo por la labranza reducida con cultivos transgénicos. En 2013, esto fue equivalente a la eliminación de 28 mil millones de kg de dióxido de carbono de la atmósfera o igual a retirar 12,4 millones de automóviles de las calles durante un año.

La biotecnología agrícola ha reducido la fumigación de pesticidas entre 1996 y 2013 en más de 550 millones de kilogramos (-8,6%). Esto es igual a la cantidad total de ingrediente activo dl pesticida aplicado a los cultivos herbáceos en la Unión Europea durante dos años agrícolas. Como resultado, esto ha disminuido el impacto ambiental asociado a los herbicidas e insecticidas usados en la superficie sembrada con cultivos biotecnológicos en un 19% [5].


Para obtener información adicional, póngase en contacto con Graham Brookes. Teléfono +44 (0) 1531 650123. www.pgeconomics.co.uk

Sub-notas:

  1. Informe disponible para descargar en www.pgeconomics.co.uk. También los contenidos están disponibles a través de dos publicaciones (con acceso abierto), por separado, que cubren los impactos económicos y ambientales en la revista con revisión por pares “GM Crops” en www.tandfonline.com/loi/kgmc20. GM Crops 6: 1, p 1-11, Enero-Marzo 2015 (publicación de impacto económico) y volumen 6.2, 1.11, Abril-Junio de 2015 en preparación para la publicación de impacto ambiental.
  2. Al facilitar la adopción de sistemas de producción sin labranza esto acorta efectivamente el tiempo entre la siembra y la cosecha de un cultivo.
  3. El costo de la tecnología se acumula en la cadena de suministro de semillas incluyendo los vendedores de semillas a los agricultores, los multiplicadores de semillas, los fitomejoradores, los distribuidores y los proveedores de tecnología GM.
  4. Un costo típico «equivalente» de la tecnología compartido por formas de producción no GM  (por ejemplo, para nuevas semillas o formas de protección de cultivos) es del 30% -40%.
  5. Tal como se mide por el indicador de Cociente de Impacto Ambiental (EIQ) (desarrollado en la Universidad de Cornell).

Documentos de consulta recomendados sobre cultivos GM


 

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